En algunas ocasiones he observado que el paciente es el último en decidir si se opera o no. Creo que este es un punto que merece especial atención.

Debe ser el paciente el que tenga la iniciativa para operarse, debes ser tu el que busque al cirujano el que se informe y sobre todo el que esté plenamente convencido de pasar por todo lo que implica una cirugía.

Solo estando plenamente convencido el proceso será satisfactorio para el paciente y todo será más fácil de superar.

No dejes que nadie influya en ti para operarte, está claro que una parte importante de la motivación para operarse está en la gente que nos rodea, pero hasta un límite. Nunca entres en un quirófano obligado por alguien, pero tampoco dejes de entrar por una opinión externa o por el que dirán si me opero...

Las opiniones de tu entorno te ayudaran a decidirte o no pero en último caso eres tu el principal interesado, si eres mayor de edad tú decides. No lo olvides!

Es frecuente ver como a veces una cirugía se frena por la opinión de un novio, de amigos o de familiares

cuando el paciente parecía decidido. Y también solemos ver como viene gente a la consulta para operarse forzada por las críticas de su entorno a tal punto que creen que operándose todos sus problemas se solucionarán. (la rinoplastia solo arregla la nariz no una vida entera...)

Por eso te reitero piénsalo bien, infórmate bien, ten clara cual es tu motivación principal y nunca dejes que nadie ajeno a ti te fuerce a hacer algo que tú no quieres hacer ya sea en uno u otro sentido. Un buen cirujano debe darse cuenta de estas situaciones y aconsejarte de la mejor manera desde la honestidad sin anteponer sus intereses a los tuyos.

‍